Panorama General de los Partidos Políticos en México

Los analistas políticos, los académicos, los medios de comunicación y la sociedad mexicana en su conjunto coinciden en que la próxima elección presidencial habrá de mostrar características especiales que la distinguirán de anteriores sucesiones. Dentro de estos elementos novedosos y particulares se pueden mencionar los siguientes:

1. Las precampañas abiertas de personajes políticos tanto de la oposición como del partido que actualmente detenta el Poder Ejecutivo, que buscan la representación de sus fuerzas partidistas para contender por la Presidencia de la República.
2. La forma en que el Partido Revolucionario Institucional elegirá a su candidato a la Presidencia mediante consulta abierta a los militantes, simpatizantes y ciudadanos en general.
3. El cambio en las reglas tradicionales que harán que el Partido Acción Nacional elija a su contendiente presidencial a través de una consulta a sus militantes y adherentes.
4. Una institución electoral que garantiza la credibilidad y legitimidad de los resultados de la votación, gracias al sustento legal en el que se basa su actuación a partir de las reformas electorales de 1996.
5. La búsqueda de acuerdos formales entre el PAN y el PRD para constituir una coalición que permita "sacar al PRI de Los Pinos”.

Sin duda, a los elementos antes enunciados puede agregarse otro más y uno de los más importantes: el hecho de que después del registro de seis nuevos partidos políticos, en la contienda por la Presidencia de la República, serán ya once los partidos políticos que se disputarán la preferencia de cerca de 60 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral del próximo año.

En casi todas las democracias consolidadas, el registro de partidos es un expediente abierto al que tienen acceso todas las fuerzas o agrupaciones que se sientan en posibilidades de competir electoralmente, quedando la decisión última sobre su viabilidad en manos de los ciudadanos. No debe sorprendernos el aumento en el número de opciones partidarias; el entorno social actual genera necesidades distintas que hacen que los ciudadanos se organicen en la búsqueda de soluciones a sus problemas que, al no encontrar en los partidos espacios y soluciones rápidas a sus demandas, provoca el surgimiento de organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles y partidos monotemáticos.

Los partidos políticos son las instituciones fundamentales de la democracia moderna, ya que en teoría constituyen el medio idóneo para canalizar pacíficamente la participación política de los ciudadanos. Son espacios de discusión, participación y debate insustituibles, por lo que su existencia y reconocimiento es un insumo básico en la democracia. Como organizaciones de ciudadanos, cumplen funciones sociales e institucionales de gran importancia para el sistema democrático: la socialización y movilización de acciones e ideas políticas; la representación de intereses diversos; el reclutamiento y selección de elites; la composición de los principales órganos del Estado y, sobre todo, la legitimación del sistema político, a través de su participación en las elecciones.

Si el proyecto de partido responde verdaderamente al objetivo de ampliar la competencia política y ofrecer una nueva opción al electorado, un nuevo partido puede jugar de contrapeso y equilibrio entre los partidos grandes y aliarse con ellos o con otros pequeños en la o las cámaras; un 10 por ciento de representación en la cámara baja podría significar, en efecto, una posición ventajosa para un partido minoritario.

Otra de las cosas para las que puede servir un nuevo partido es para apoyar a un partido grande en todas sus iniciativas o bien para restarle votos a su oposición. Este argumento es muy utilizado por el PRD para injuriar a estos nuevos partidos, ya que, en su opinión, el fraccionamiento del voto sólo puede dar al traste con la estrategia de todos contra el partido hegemónico, que es su única propuesta para el país. Una razón más para el surgimiento de nuevos partidos es la presencia de caudillos en la cultura política nacional; esta opción parece identificarse con por lo menos tres de los nuevos partidos. En la medida en que nuestro país ha desarrollado una estructura política clientelar de grandes dimensiones, un factor evidente de poder es el manejo de las clientelas. La idea de un partido político de masas y militante es parte del pasado, pero sólo en la práctica, porque la ley parece seguir indicando que ésa es la única manera de conformar un partido; sin embargo, el país ha cambiado, ya que antes el control clientelar de toda la militancia estaba en el PRI, ahora en cambio, se cuenta con la posibilidad de existir políticamente fuera del PRI. Esto, sin duda, representa un avance en la cultura política nacional, aunque no signifique que con ello se haya desmantelado el sistema corporativo: por el contrario, lo que podemos ver con los nuevos partidos es que éste simplemente se fraccionó y pudo dividirse en un mercado que cada vez ofrece más opciones de competencia.

De esta manera, si se requieren 68,000 militantes en toda la República como requisito para conformar un nuevo partido, lo que se necesita para atraerlos son contactos políticos y, especialmente, capital. Cumpliendo estos objetivos se obtiene un nuevo partido pero con la peculiaridad de que su propuesta, así como la calidad y convicción de sus militantes, rara vez tienen que ver en su conformación; es decir, los contenidos políticos carecen de importancia y los militantes también, ya que no están realmente reunidos por una intencionalidad política verdadera: han sido comprados para cumplir con los requisitos administrativos de la ley ante el IFE.

Otro dato interesante radica en que una buena parte de las organizaciones que solicitaron su registro ante el IFE, lo hicieron con el carácter de Agrupaciones Políticas Nacionales (APNs). Este hecho, en principio, permite suponer que la nueva figura de las APNs ha rendido frutos como antecedente para que pequeñas agrupaciones de ciudadanos entren al circuito de los partidos políticos. Es cierto que el fin de las APNs no se reduce a ser antecesores de partido pero, sin duda, ése era uno de los objetivos cuando se creó esta figura que sustituye al antiguo registro condicionado.

Reseña de los Partidos Políticos a través de las elecciones